Caridad:

Nuestra fe católica nos enseña a “amar al prójimo como a uno mismo”. Los miembros de los Caballeros de Colón muestran el amor al prójimo al llevar a cabo campañas de recolección de alimentos para donarlos a comedores comunitarios y bancos de alimentos, mediante el voluntariado en las Olimpiadas Especiales, y apoyando, tanto espiritual como materialmente, a las madres que eligen la vida para sus bebés.

Los Caballeros reconocen que nuestra misión, y nuestra fe en Dios, nos obligan a actuar.

Unidad:

Ninguno de nosotros es tan bueno como todos juntos. Todos los miembros de Caballeros de Colón saben que “juntos” podemos lograr mucho más de lo que cualquiera de nosotros podría individualmente. Así que permanecemos juntos… nos apoyamos unos a otros. Eso no significa que siempre estemos de acuerdo o que nunca haya opiniones encontradas. Significa que, como Caballero de Colón, puede contar con el apoyo y el aliento de sus hermanos Caballeros mientras trabaja para mejorar la vida en su parroquia y comunidad.

Fraternidad:

  El Venerable Michael J. McGivney fundó los Caballeros de Colón, en gran medida, para brindar asistencia a las viudas y a los niños que quedaron abandonados cuando el proveedor de la familia moría –a menudo de forma prematura. El programa de seguros de máxima calificación de la Orden continúa haciendo esto hoy en día, al igual que las buenas obras de los Caballeros en lo individual, que dieron más de 75.6 millones de horas de servicio en 2017, ilustrando cómo los Católicos se sirven unos a otros en fraternidad y misericordia.

Patriotismo:

  Los miembros de los Caballeros de Colón, ya sean estadounidenses, canadienses, mexicanos, cubanos, filipinos, polacos o dominicanos, son ciudadanos patrióticos. Estamos orgullosos de nuestra devoción a Dios y al país, y creemos en defender a ambos. Ya sea en público o en privado, los Caballeros recuerdan al mundo que los católicos apoyan a sus naciones y se encuentran entre los mejores ciudadanos.

Charity: 

Catholic faith teaches us to “love our neighbor as ourselves”. Members of the Knights of Columbus show love for others by holding food drives to donate to soup kitchens and food banks, by volunteering at Special Olympics, and by supporting mothers both spiritually and materially. who choose life for their babies.

The Knights recognize that our mission, and our faith in God, compel us to act. There is no better way to experience love and compassion than to help those in need, a call we answer every day.

Unity:

 None of us is as good as all of us together. All members of the Knights of Columbus know that “together” we can accomplish much more than any of us could individually. So, we stick together…we support each other. That does not mean that we always agree or that there are never conflicting opinions. It means that, as a Knight of Columbus, you can count on the support and encouragement of his brother Knights as he works to improve life in his parish and community.

Fraternity:

  The Venerable Michael J. McGivney founded the Knights of Columbus, in large part, to provide assistance to widows and children left behind when the family provider died – often prematurely. The Order's top-rated insurance program continues to do this today, as do the good works of individual Knights, who gave more than 75.6 million hours of service in 2017, illustrating how Catholics serve one another. to others in brotherhood and mercy. 

Patriotism:

  Members of the Knights of Columbus, whether American, Canadian, Mexican, Cuban, Filipino, Polish, or Dominican, are patriotic citizens. We are proud of our devotion to God and country, and we believe in standing up for both. Whether in public or private, the Knights remind the world that Catholics support their nations and are among the best citizens.